Casi siete años después

La semana pasada fue un poco triste, intenté sentarme delante del ordenador y escribir sobre ello pero las palabras no fluían. Por suerte nada grave  y que tiene solución pero casi 7 años después estaba en una consulta médica hablando de mi primer parto, el parto de M.

Recuerdo como si fuera ayer la primera ecogafría,  oímos por primera vez sus latidos, sonido que jamás olvidaré, sonido de vida que hizo completamente feliz. Mi ginecólogo un hombre al que admiro no sólo como profesional… Me dijo: «Como padre… desde que uno se queda «embarazado» no para de sufrir, primero porque no lo ve, luego por el parto, después no puede dejar de ir a la cuna a ver si respira, si come…pero al mismo tiempo tú yo se completa y descubres la felicidad, eso sí nunca dejaremos de sufrir, igual que a partir de ya, nunca dejaremos de ser padres aunque nuestros hijos alcen el vuelo». Cada etapa es diferente y ahí estamos nosotros descubriendo nuevos retos desconocidos a la par que ellos crecen.

El parto de M fue fatal, es verdad que cuando llega la noche del 2 al 3 de agosto yo tengo Recuerdos de una noche de verano pero en la actualidad y en las consultas médicas hablo de sufrimiento fetal en el parto. Por suerte M  sólo necesitó un par de horas de incubadora… pero «A este niño hay que sacarlo, rápido, ya» de mi ginecólogo resuenan en mi cabeza estos días… Tal vez por eso siete años después voy llorando de impotencia lo que no lloré en su momento. Me gustaría poder hablaros del parto, pero hoy por lo menos no puedo, soy de las personas que cuando tienen un problema lo guardan dentro hasta que un día lo sacó y puedo hablar… pero hoy no me sale.

M ha tenido algunas dificultades de atención y aprendizaje, cosa que llevamos con normalidad y durante años hemos estado acompañados en el proceso… El lunes  pasado descubrimos un reflejo físico que parece que viene del sufrimiento fetal…. No os doy mucha información porque estamos en pruebas y no tenemos nada confirmado además de no ser profesional y no tener toda la información al respecto. Os estoy hablando como Mónica, una madre normal, viviendo una maternidad real en la que el sol no sale cada día… Puede que mañana despierte y lo que hoy me produce tristeza mañana me de fuerza y sobretodo saber que las dificultades, no dejan de ser eso…

Que siestas aquellas…

Esta semana hubiera vuelto a las siestas eternas tal que así, notando su respiración y sabiendo que aquí y ahora es el mejor lugar del mundo…